“Tuve una experiencia de lo que es la armonía, la paz, la pertenencia y la unidad con la naturaleza, cuando no estan presentes las usuales respuestas de lucha o huida del día a día. Fue como el cálido y reconfortante sentimiento del amor, pero en un nivel de magnitud superior. ¡Fue como amor en esteroides! Pero sin necesidad de ingerir nada o unirme a un monasterio en Tíbet."